Abogado desde 1987, siempre conectado al ambiente inmobiliario (constructoras, promotores, agencias, nuevos negocios y departamentos internos de empresa del sector), bien como abogado interno (ha llegado a ser director y gerente corporativo global de varias empresas multinacionales) o desde su propio despacho.
Cree en el servicio, la devoción al cliente y la integridad. Su mayor felicidad: un cliente satisfecho, y que haya logrado su objetivo, sea este un nuevo hogar, la venta que precisaba concretar o una inversión ventajosa. Entiende que el sector inmobiliario tiene una serie de reglas y técnicas que lo hacen especial y aquél que se dedica debe dominarlas. Atendiendo siempre al trato honesto, que debe ser el alma del negocio, es su definición de ser un profesional.
Pasiones adicionales: la familia y el cine.