Descubre el Tesoro Arquitectónico de Madrid conservado por Coldwell Banker Unique Real Estate
Estamos emocionados de anunciar la próxima apertura de la franquicia Coldwell Banker® en la ciudad de Madrid. Esta franquicia llevará el nombre de Coldwell Banker Unique Real Estate y se especializará en atender la distinguida zona del barrio de Salamanca y el Retiro.
La sede de la agencia inmobiliaria Coldwell Banker Unique Real Estate se ubica en uno de los barrios más prestigiosos de Madrid, concretamente en el corazón del barrio de Salamanca. La apertura de esta agencia ha captado la atención de los medios de comunicación debido a que el local que alberga la agencia es considerado una auténtica joya de la arquitectura brutalista madrileña.
La noticia de la adquisición de lo que en su momento fue la antigua zapatería del arquitecto Francisco por parte de Coldwell Banker® generó un gran revuelo. Nuestros franquiciados, Manuel Rodriguez Aseijas y Ximena Alborta, adquirieron este espacio precisamente por su valor arquitectónico, y su firme intención es preservar su esencia y ponerlo en uso respetando al máximo la obra original. Ambos franquiciados comparten una pasión por el arte, la arquitectura y el diseño, lo cual es coherente con la visión de Coldwell Banker® como una firma inmobiliaria de alcance global que se enfoca en propiedades de lujo. Por tanto, consideran que la revitalización de esta propiedad única y su restauración para devolverle su esplendor son aspectos fundamentales de su compromiso empresarial.
En realidad, la historia de este lugar es bastante singular. Inicialmente, surgió como un proyecto de una zapatería diseñado por el arquitecto Francisco Alonso por encargo del empresario del calzado Manuel Losada en 1987. A pesar de que el local nunca llegó a abrir sus puertas al público, quedó prácticamente terminado, y su singularidad se manifestó a través de composiciones abstractas en sus paredes, utilizando materiales como el mármol negro de Calatorao, el travertino rojo de Almería, el ónix verde de Irán y la madera de iroko. Una de las particularidades más notables es que las piezas no fueron unidas con cemento, sino que se ensamblaron unas sobre otras, casi como un rompecabezas.
Después de su construcción y la falta de apertura al público, el local permaneció cerrado durante décadas, siendo visitado únicamente por fotógrafos y arquitectos. Sin embargo, desde 2017 hasta 2021, se logró una apertura parcial del espacio gracias a un acuerdo con la Escuela de Arquitectura de Toledo, que lo transformó en una sala de exposiciones. Ahora, después de décadas de una historia tan peculiar, parece que su destino está decidido: se convertirá en una exclusiva inmobiliaria de lujo bajo el nombre de Coldwell Banker Unique.